Adoro las hamburguesas

Es un plato sencillo, rico y barato ¿para qué pedir más? Bueno sí, lo único que podríamos pedir es que no engordase, pero milagros a Lourdes... Y es que con toda la que está cayendo en nuestro país creo que nos merecemos una hamburguesa de vez en cuando para alegrarnos un poco la semana. Hablo de las hamburguesas porque soy una experta en la materia. No descrimino a ninguna de ellas: las gourmets son deliciosas y nuevas, las de McDonald´s tienen el sabor de toda la vida y hacen mejor que nadie el Cuarto de libra con queso y como diría el rey de Burguer King, las suyas a la parrilla saben mejor. Ay!!! Cuanto podría hablar de hamburguesas...

El otro día me acerqué al mercado de San Antón, ya que me habían comentado mis amigos que allí estaba la carnicería Nostra en la que tenían hamburguesas de diferentes tipos y sabores. La idea me gustó, pero había que catarla. 

En cuanto llegué al stand, había un sinfín de hamburguesas para elegir, así que fue dificil la decisión. Así que como era novata en el tema me dejé aconsejar por la empleada. Me recomendó una hamburguesa llamada Transilvania, que sabía a cebolla, queso y eneldo. La única premisa era que no le añadiese más ingredientes para que saborease bien la carne. 

Sin más dilación llegué a casa y después de una dura semana cenamos esa hamburguesa. La verdad es que no tiene nada que envidiarle a la hamburguesa de cualquier restaurante de Madrid, y el precio es baratísimo respecto a la calidad de la carne. Fue una cena realmente deliciosa!