miércoles, 23 de mayo de 2012

La cosa va de flequillos

He estado muy desconectada de vosotros, pero aqui estoy por fin de vuelta. No es que haya muchas novedades en mi vida; un par de escapadas por ahí, mucha vida social, el buen tiempo que parece por fín instalarse en Madrid y un intento fallido de cambiarme el flequillo. Si, si , he dicho fallido, porque sigo teniendo el mismo flequillo de siempre, pero partido en dos capas, así que me lo arreglo en casa con mi amigo el secador, porque sino es un horrror.

Siempre me ha gustado el flequillo, lo llevo desde hace ya bastantes años. Mucha gente dice que le molesta en los ojos, pero yo ya me he acostumbrado con facilidad, y eso que casi me tapaba los ojos.



Como soy adicta a los blogs y a ver los cambios en las celebrities tuve la idea de cambiarme un poco el flequillo para variar un poco y que combinase mejor con mi mechas californianas. Después de dejarme el flequilo hiperlargo (ahí si que me molestaba muchísimo los ojos) fui a la peluquería cargada de fotos para que no hubiese fallo y dije : "quiero ese flequillo". La respuesta fue: "esas chicas tienen cuatro pelos, pero no hay problema".



El resultado no fue precisamente bueno, seguro que quereis ver la foto, pero os voy a dejar con las ganas. Estareis pensando que estas chicas son muy monas, y que el flequillo no me iba a cambiar la cara, pero ni me ha cambiado  la cara ni mi espeso flequillo. La conclusión a la que he llegado es  muy simple, no soy celebritie ni tengo un peluquero que me peine divina como a ellas. Así que cuando veais peinados divinos de la muerte y lleveis la foto a la pelu para imitarlos, no caigais en la trampa. Nosotras no tenemos un peluquero en casa, lo más parecido son las planchas Ghd. Yo estoy pagando la penitencia por mi flequillo y esto va para largo...